lunes, 30 de marzo de 2015

DIARIO DE UNA BARRANQUISTA: BARRANCO DE VALLEJO HONDO.

Pero Rubén, ¿¿con la cantidad de barrancos que hay topografiados en Cuenca y tenemos que meternos en éste?? Él lo tenía toooodo estudiado. Después del trabajo de investigación venía el de exploración jejeje!! Después de todo, no podía negarme. No sabíamos muy bien con que nos encontraríamos, por más que preguntábamos nadie nos daba información. Alguna empresa lo anuncia como barranco de grandes verticales… veremos a ver cómo de grandes son. En un blog habíamos leído acerca de dos rápeles, pero sin grandes detalles.



Como era tarde y se nos iba a hacer de noche, decidimos dejar el coche en el inicio y ya haríamos el retorno caminando con frontales por la pista. Es un barranco con combinación de vehículos, y nosotros no disponíamos de ello. Aún así, esto no va a ser un problema. Que pereza ponerse el neopreno mojado, por la mañana habíamos estado en Poyatos.

Salimos de la pradera a las 16.30h, donde hacia unos minutos habían volado cientos de buitres, un espectáculo, eso si, desde el coche porque asustaba un poquito.  Teníamos más de 3horas de luz por delante. Allá vamos!!




¿¿Hemos venido a barranquear o a “zarcear”?? Después de unos metros peleándonos con las zarzas, nos encontramos con el primer resalte (20-25m), con un pasamanos montado. Varios rápeles cortos están con cuerda fija. Un rápel encajonado, tipo cueva, muy chulo.



Primer rápel


Pasamanos


Cuerda fija

Cuerda fija. El detalle del acebo (foto artística de Rubén jaja)



Rápel encajonado.
El rapel de 60m que sabíamos que había es muy muy tumbado, pero efectivamente es largo, unos 70m. Si llevas cuerda de 60m haces tobogán al final y  listo.
Rápel de 60m desde abajo

Rápel de 60m visto desde arriba

Tobogán al final del rápel



Descender un barranco nada o muy poco conocido le da un toque de emoción a la actividad. A pesar de que hasta el momento no habíamos encontrado nada especial y habíamos zarceado de más, íbamos super felices disfrutando de las vistas que el atardecer nos regalaba.



Además del rapel de 60m, según habíamos leído en el blog, también había uno de 40m. Parecía que se nos acababa el barranco y no aparecía. Pero ahí estaba. Rubén accede al él antes que yo. En los anteriores, cuando le preguntaba ¿qué tal, como lo ves? su respuesta era bueno…. Pero ahora, su respuesta había sido, bien bien!! Intuía que habíamos llegado a él. Rápel vertical de unos 30metros. Súper disfrutón. ¡Que buen final, ha merecido la pena!
Último rápel. Accediendo a la vertical


Último rápel. Vertical hacia la repisa


Último rápel. Hasta el agua.

Rápel final. Conseguido



El barranco tiene aproximadamente 1,5km de desarrollo. En menos de 3horitas lo hemos descendido. Todo rodado. Sólo con ver la cara de felicidad de Rubén es suficiente para no rechistar por lo que aún nos quedaba.  Nos quitamos el neopreno y comemos algo que aún hay 6km de subida intensa hasta el coche. Algo más de una hora caminando, acompañados por el reflejo de la luna y el revoloteo de murciélagos... rodeados de soledad, felicidad y satisfacción.  Momentos únicos, momentos nuestros…


Hasta pronto,
Ana